¿Por qué no es el fútbol americano un deporte olímpico?

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Por: Travis Brody
Traducido por: Javier Ruiz

 

El deporte conocido como fútbol americano lleva con nosotros desde 1869, nació solo cuatro años más tarde del final de la Guerra Civil Americana. Para ponernos en perspectiva de cuánto tiempo significa esta fecha, solo os digo que el teléfono no fue inventado por Alexander Graham Bell hasta 1876, siete años más tarde. Todo esto convierte al fútbol americano en un deporte verdaderamente antiguo.

Para un deporte que se juega en ochenta países, es de largo el más popular en los Estados Unidos, y lleva más tiempo con nosotros que incluso el teléfono, puede parecer extraño que el fútbol americano no haya sido adoptado como deporte olímpico. Sin embargo ésta es la situación actual, con la reciente exclusión del fútbol americano de los Juegos Olímpicos de 2020 en Tokio.

El excluirlo de los Juegos es una decisión muy errónea, ya que su inclusión como deporte olímpico le facilitaría proyección internacional, y posibilidades de crecimiento, además de atraer a un gran número de aficionados de fútbol americano a los Juegos Olímpicos de verano, que de otro modo no se acercarán a los mismos. Las estimaciones varían, pero más de 120 millones de personas vieron la Super Bowl 50 entre los Denver Broncos y los Carolina Panthers – unos números que no deben subestimarse. El Comité Olímpico Internacional está perdiendo una oportunidad extraordinaria de ampliar su cuota de mercado. Sin temor a equivocarnos podemos decir que el fútbol americano tendría muchos más espectadores que deportes como el piragüismo y la natación sincronizada, ambos aprobados para Tokio 2020.

Entonces… ¿Por qué no es el fútbol americano un deporte olímpico?

Deportes olímpicos como el hockey sobre hielo y el baloncesto vieron la luz en 1875 y 1891, respectivamente, por lo que sabemos que la antigüedad del deporte no es un factor determinante en la decisión. Otros deportes como el boxeo y el rugby – generalmente considerados más brutales que el fútbol americano – serán también presentados en los próximos Juegos Olímpicos, así que la seguridad de los atletas no es la principal razón de su exclusión. Tal vez la nomenclatura atribuida a este deporte, que lo identifica como fútbol americano, provoca restricciones. Adjuntar un valor cultural al nombre de cualquier deporte inducirá de forma natural a presentarlo con ideas preconcebidas y estereotipos positivos o negativos al público en general. Sin embargo, esto podría eludirse fácilmente mediante la identificación de fútbol americano con un nombre diferente, como gridiron, que las culturas anglosajones de países como Gran Bretaña y Australia ya han hecho. Japón acogerá los Juegos Olímpicos de 2020 y forma parte del top 4 de países en las competiciones internacionales de fútbol americano, así que la localización de los próximos Juegos tampoco es un factor de exclusión. ¿Tal vez el Comité Olímpico Internacional ve el deporte como una disciplina desproporcionalmente dominada por los Estados Unidos y otros países como Canadá, México y Japón? Pero lo mismo puede decirse de deportes como el béisbol, baloncesto y softball, y los tres estarán muy probablemente incluidos en los Juegos de Tokio 2020.

Entonces, ¿cuáles son las verdaderas razones de la exclusión del fútbol americano de los Juegos Olímpicos? En realidad sólo hay una razón que puede tener sentido, y es difícil de aceptar porque de alguna manera somos corresponsables en ella:

La única razón por la que este gran deporte no se ha incluido en los Juegos Olímpicos se debe a la falta de visión y de dirección de la Federación Internacional de Fútbol Americano (IFAF en sus siglas en inglés).

La IFAF, que es al fútbol americano lo que la FIFA es al fútbol, es en realidad muy diferente a la FIFA. La gran mayoría de los jugadores, entrenadores y aficionados de fútbol americano de todo el mundo no tienen ni idea de lo que se está cociendo actualmente en la IFAF, o de cuáles son los objetivos reales del Comité. Es principalmente una federación de aficionados voluntarios sin un Comisionado retribuido a tiempo completo. La IFAF ejerce una influencia muchísimo menor que la NFL americana, que por otro lado nunca ha ofrecido su respaldo a la IFAF. La NFL ofrece prácticamente nulo apoyo al torneo principal de la IFAF – el Mundial de la IFAF – por una razón muy concreta, la IFAF no ha dado ninguna indicación de saber quién dirige el espectáculo y la dirección que se le quiere dar.

Por ejemplo, en diciembre de 2014, el comité organizador local para el Mundial 2015 de la IFAF en Estocolmo anunció que los fondos que se habían conseguido para el evento habían desaparecido misteriosamente, una sociedad ficticia fue identificada en esta desaparición, y el presidente de la IFAF y la Federación de Fútbol Americano de Suecia (SAFF) dejaba el cargo por razones de salud. El torneo se trasladó a Canton, Ohio, a última hora y se redujo el número de equipos participantes de 12 a 7, pero las cosas se torcieron aún más. La IFAF anunció la renuncia del Comisionado en abril de 2015, sólo para ver como tomaba el control de la página web oficial de la IFAF al día siguiente, borraba el comunicado, y afirmaba que había sido víctima de una especie de golpe de Estado. Coincidencia o no, todo esto sucedió al mismo tiempo que el fútbol americano era candidato para ser seleccionado como deporte olímpico. No está claro quién presentó en última instancia la candidatura formal al Comité Olímpico Internacional, pero es de sentido común pensar que la situación muy inestable no ayudó a una decisión final positiva.

Para ser justos, hay que decir que varios miembros del comité de la IFAF han contribuido positivamente al desarrollo del deporte y merecen elogio por sus esfuerzos, pero estos no han sido suficientes. La dirección se ha mostrado muy diluida, demasiado inconsistente y con comportamientos muy tumultuosos para ser tomada en serio por organizaciones del calibre del COI o la NFL. La IFAF todavía tiene que desarrollar un plan constatable, y no ha demostrado que pueda ganar el consenso y el apoyo de sus países miembros.

Esta es la principal razón por la que nació The Growth of a Game – para llenar el vacío en el desarrollo del deporte que la IFAF y nuestros líderes de facto han dejado vacante. Sólo en Europa, el fútbol americano es practicado por más de 1.500 equipos seniors que se dividen en 41 países, y el deporte va a seguir creciendo y floreciendo con o sin la guía de la IFAF.

Con el caos de la IFAF y la tantas veces corrupta FIFA, se plantea la pregunta: ¿Estamos obteniendo una representación justa en contraprestación a nuestras contribuciones?

A menos que la IFAF consiga tomar una buena dirección u otra organización tome su lugar, la inclusión del fútbol americano en los Juegos Olímpicos permanecerá en el horizonte lejano.

No obstante, la abrumadora respuesta a The Growth of a Game nos hace ser optimistas sobre el futuro del fútbol americano. Este juego está en la cúspide de lo que entendemos por grandeza deportiva y sólo necesita un pequeño empujoncito extra para ser identificado por la mayoría de los países europeos como algo propio. Vamos a llegar allí, y con nuestros esfuerzos continuos pronto veremos el día en que el fútbol americano recibe el pleno reconocimiento que merece.

Vamos a seguir adelante, juntos.

 

¿En tu opinión cuál es la razón que impide que el fútbol americano se convierta en un deporte olímpico? ¿Estás de acuerdo con algunas de las razones expuestas en este artículo? Esperamos tu opinión en la sección de comentarios.