A través de los ojos de un signal-caller: ¿Que es lo que contribuye a que un quarterback sea grandioso?

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Quarterback de los Denver Broncos y futuro miembro del Hall of Fame, John Elway, le hace stiff-arming al linebacker de los Falcons, Cornelius Bennett durante el Super Bowl XXXIII en Miami. (AP Photo/Doug Mills)

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Por: Travis Brody
Traducido por: Daniel Solano Torrente
Editado por: Guillermo Moratalla

 

Ex gerente general de los Colts y Rams y experto de formar equipos Don Klosterman no podía haberlo dicho mejor cuando le dijo al ex gerente general de los Giants, Ernie Accorsi, “No evalúes a un quarterback de la misma manera que evalúas a las otras 21 posiciones. Ellos están jugando diferentes deportes. Con un quarterback, son los intangibles que hacen la diferencia.”

La posición de quarterback es única, no sólo en el fútbol americano, pero también en todos los deportes. Requiere un conjunto de habilidades físicas diferente a cualquier otro y más que todo, requiere una disposición especifica que ocurre raramente y es difícil para cuantificar. Como dijo Klosterman, “son los intangibles los que hacen la diferencia.” Entonces, ¿cuáles son estas calidades intangibles?

Iniciemos con una de las medidas que por lo menos se puede cuantificar. En todos los años que he jugado, entrenado y estado alrededor de este deporte, nunca he conocido un quarterback sin una inteligencia superior. Hay jugadores que he conocido o entrenado que no tienen las mejores notas en el colegio, sin embargo las notas académicas no son necesariamente los mejores indicadores de la inteligencia de una persona. Los quarterbacks necesitan tener la capacidad mental necesaria para poder entender las esquemas de una ofensa entera tanto como la defensa opuesta. Necesitan entender los encargos de cada jugador ofensivo en cada jugada y también analizar la formación defensiva para identificar fuerzas y debilidades. Mientras tanto, el quarterback necesita cumplir su encargo impecablemente para que la jugada tenga oportunidad de ser exitosa – ya sea distribuyendo la pelota a sus corredores o receptores.

Lo más cercano que la NFL tiene para medir inteligencia es algo que se llama el Wonderlic Cognitive Ability Test. Antes del NFL Draft cada año, aspirantes a la NFL toman el Wonderlic Test – un examen que consiste de 50 preguntas con 12 minutos para completarlas que evalúa la aptitud de un jugador para aprender y resolver problemas. Los jugadores de promedio logran una nota de 20 de 50, mientras quarterbacks de promedio logran una nota de 24. Sin embargo, algunos quarterbacks han logrado una nota mucha más alta del promedio, incluyendo a Alex Smith (40), Eli Manning (39), Colin Kaepernick (38), Matt Stafford (38), Andrew Luck (37), Tony Romo (37), Aaron Rodgers (35) y Tom Brady (33). Los 20 mejores quarterbacks de la NFL este año (evaluado por índice de pasador) han logrado por lo menos una nota de 25 de 50 en el examen. Un quarterback, Ryan Fitzpatrick de los Houston Texans, ha logrado la tercera nota más alta de todos los tiempos, registrando un 48 de 50 en su examen. Como podemos ver, es justo decir que la inteligencia es un factor importante que contribuye a ser un buen quarterback.

Después uno tiene las demás características que no se pueden cuantificar: carácter, liderazgo, confianza, actitud, tenacidad y resistencia. En todo momento, el quarterback tiene que ser el líder de su equipo, él necesita asumir la responsabilidad por las derrotas y también desviar la responsabilidad por las victorias, mientras simultáneamente ser el jugador más entregado en toda la organización. Si le pegan duro, él tiene que poder recuperarse rápido. Si está lesionado, él necesita seguir adelante. Él necesita poder creer que su equipo puede ganar en cualquier día y compartir esa visión con todos los demás. Todas estas calidades conducen a una cosa: tus compañeros tienen que creer en ti.

Desde un punto de vista físico, la puntería en el lanzamiento es lo más importante, aunque es un atributo bien subestimado de un buen quarterback. Muchos reclutadores de la NFL y gerentes generales han cometido el error en el pasado de evaluar a un jugador basado más en su apariencia física en vez de su verdadera habilidad para poder jugar la posición. Viene en mente Tim Tebow, un jugador que tenía todos los intangibles que forman un buen quarterback, pero simplemente le faltaba la puntería elite para poder jugar esa posición en la NFL. Al contrario han habido quarterbacks que han podido superar estos aspectos físicos como Drew Brees y Michael Vick (ambos miden 1.82m) debido a su excelente precisión de lanzamiento.

El siguiente aspecto físico más importante para un quarterback es poder tener la habilidad de analizar la cancha. Los quarterbacks necesitan poder analizar la esquema de la defensa antes del empiezo de la jugada, anticipar presión, y encontrar el receptor libre. Esto es el ajuste más grande que se requiere hacer entre el nivel universitario y profesional y la mayoría terminan fallando en este ajuste. El ritmo del juego al nivel universitario es más lento, los receptores normalmente disfrutan una diferencia en talento contra los backs defensivos, y los sistemas ofensivos y defensivos son menos complejos. Quarterbacks con un atletismo superior normalmente pueden dominar a este nivel, mientras esta diferencia en talento al nivel profesional es mínimo. Los backs defensivos logran hacer un mejor trabajo de cubrir a sus receptores, indicando que hay menos tiempo para lanzarles la pelota, el ritmo del juego es mucho mas rápido por lo que hay menos tiempo para reaccionar, y los líneas defensivos y linebackers son más grandes, fuertes, y agiles. Un buen ejemplo de un jugador que era un muy buen quarterback al nivel universitario pero simplemente no pudo hacer el ajuste necesario cuando llego al nivel profesional es Matt Leinart, el ex quarterback de los Cardinals, Texans y Raiders. Leinart sobresalió en el nivel universitario cuando jugaba para USC, ganado dos campeonatos nacionales mientras era parte de uno de los mejores equipos universitarios de todos los tiempos debajo el liderazgo de Pete Carroll. Sin embargo él simplemente no pudo ajustarse al ritmo del juego en la NFL teniendo grandes dificultades. Su puntería y liderazgo no lo pudo llevar más allá de la mediocridad y últimamente su carrera se acabó después de estar sólo unos pocos años en la NFL. En cambio, personas como Tom Brady y Peyton Manning son simplemente los mejores en encontrar sus receptores libres: un atributo que separa a los quarterbacks buenos de los grandiosos.

Footwork o juego de pies es otro atributo que puede separar a los mejores quarterbacks contra los demás. Drew Brees tiene excelente juego de pies, algo que le da más rango en el pocket que a otros quarterbacks. Ex quarterbacks Drew Bledsoe y Ryan Leaf (quien coincidentemente ambos estudiaron en Washington State) eran conocidos por moverse mal. Esto es algo que impidió a ambos quarterbacks en diferentes formas y puntos de sus carreras respectivas.

Arm strength o potencia de brazo también es un factor importante, pero no lo más importante. Quarterbacks como Peyton Manning y Alex Smith sobresalieron en sus carreras aun teniendo una fuerza mediocre, mientras que Jay Cutler y Matthew Stafford han sólo logrado éxito moderado aun teniendo un nivel elite de “arm strength.” Buenos jugadores puedan compensar por tener poca potencia en vez perfeccionando otras técnicas, como mecánica consistente, buen juego de pies y rotación de la cadera. “Arm strength” puede ser una herramienta valiosa, pero no tenerla es algo que se puede superar.

El tamaño y estatura de un quarterback es importante, pero un quarterback no puede ser ni muy bajo ni muy alto, muy pesado o liviano. La mayoría de los quarterbacks en la NFL miden entre 1.82m-1.98m y pesan entre 94kg-111kg. Si un quarterback cae entre estos rangos, él tiene el tamaño y estatura para jugar en la NFL. Siendo muy bajo dificulta poder ver sobre tu línea ofensiva, mientras siendo muy alto puede indicar una persona que puede ser un poco torpe o de poco agilidad. Siendo muy liviano puede limitar su fuerza y durabilidad física mientras siendo muy pesado puedo limitar su movilidad. Cada uno de estas medidas puede ser superada, aunque un quarterback de un tamaño atípico probablemente le tocaría compensar en algún otra manera, potencia de brazo, juego de pies, puntería, etc.

Últimamente, llegamos al tema de movilidad, algo que pueda ser valioso y peligroso. Es extremamente valioso en el corto plazo y es una buena herramienta para tener, pero usando esta movilidad para diseñar jugadas especiales donde su quarterback corre o forzándolo a salir del pocket puede ser peligroso. El quarterback es en muchas ocasiones el jugador más importante del equipo y por eso se debe tomar precaución para evitar que se lesione.

A pesar de todos estas características físicas, los atributos mentales de un quarterback siempre toman prioridad. Si había alguna duda sobre esto, sólo considera los siguientes quarterbacks y sus carreras respectivas: Tom Brady, Peyton Manning, Jay Cutler and Michael Vick. Un caso se podría formar dictando que Cutler y Vick son los quarterbacks más talentosos en la liga, pero entre ambos, nunca han aparecido en el Super Bowl y en sólo 8 juegos de postemporada (Cutler sólo ha aparecido en dos). Entre ambos Brady y Manning han aparecido en once Super Bowls (incluyendo cinco victorias para Brady y dos para Manning) y han llegado a la postemporada 61 veces. ¿Porque Manning y Brady han logrado más éxito que Cutler y Vick? Esto se puede definir en una sola palabra: carácter. Sus compañeros creen en ellos, y saben que jamás se rendirán. Cuando el partido está bien batallado y cerca a concluir, ellos confían en su quarterback para dar el último esfuerzo y cumplir con ellos. A lo contrario, Cutler ha desarrollado una reputación de quejarse, tomar malas decisiones durante el transcurso del partido y jugar sin entusiasmo, mientras a Vick le han criticado por no ser completamente entregado, falta de disciplina y ser arrogante. Estas cosas han distinguido a Brady y Manning de Vick y Cutler, a pesar que Vick y Cutler tienen mejores habilidades en términos físicos.

Cuando cualquier jugador logra llegar a la NFL, está claro que ellos tienen los atributos físicos necesarios para lograr éxito en la liga. Sin embargo, cuando hablamos sobre la posición de quarterback son las cosas intangibles que hacen la mayor diferencia entre los jugadores elites y los mediocres. Los mejores quarterbacks de todos los tiempos no necesariamente tenían que ser los más talentosos, es su carácter lo que los distingue

Ojalá esto te haya ayudado entender más el valor de un quarterback. ¿Tiene algo más de añadir a esto? ¿Cómo compara su evaluación? Déjenos saber en la sección de comentarios ubicado justo abajo.